Hace un mes se proyectaba un potencial de producción de trigo en torno a 20,5 millones de toneladas, partiendo de un área sembrada de 6,7 M de ha. Ahora, la estimación tambalea porque en septiembre no ha habido lluvias importantes y ya hay un 30% del trigo en condiciones regulares a malas.
La historia reciente muestra que en 2021, la campaña que terminó con un récord de producción de 23 millones de toneladas, tuvo una primera quincena de septiembre que perfilaba con un muy buen escenario para el cultivo. A nivel nacional, la situación actual es peor que la del año pasado y está muy lejos del escenario hídrico del 2021, el año del récord triguero.
La sequía en el oeste y centro del país
Tras la recomposición que dejaron las lluvias de marzo, abril y los primeros días de mayo, prácticamente no ha llovido en el oeste y norte argentino.
Los lotes de trigo de la provincia de Córdoba, Chaco, Santiago del Estero, centro y norte de Santa Fe y norte de la Pampa y una estrecha franja del oeste de Buenos Aires son los más afectados. De las 2 millones de ha bajo condiciones regulares a malas, se estima que la distribución está entre 480.000 ha de Santa Fe, 400.000 ha de Córdoba y 230.000 ha de Buenos Aires.