Las cadenas de valor cerraron el año con ideas y reclamos

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Las cadenas de valor (Acsoja, Asagir, Argentrigo y Maizar) despidieron el 2024, con el tradicional encuentro realizado cada fin de año  y expusieron las necesidades de los sectores productivos

Tomando datos de la consultora DATA Miazzo, en el período de enero a agosto de 2024, las cadenas del agro generaron más de 20.000 millones de dólares en el balance de cuenta corriente, representando un 83% de las divisas netas ingresadas al país. Por eso representan un pilar esencial de la economía argentina.

Durante el encuentro quedó claro que pueden mejorar sus capacidades de manera significativa. «Es fundamental alcanzar un incremento sostenible en los rendimientos por unidad y en la superficie agrícola, acompañado de una mayor implementación tecnológica y una inversión considerable para diversificarnos y agregar valor», coincidieron. Y reconocieron que «las industrias transformadoras en nuestro país están operando muy por debajo de su verdadero potencial».

Plan con tres ejes

Competitividad: Necesitamos continuar estabilizando la economía. Un marco normativo acorde a una economía más abierta y competitiva. Eliminación de derechos de exportación y otros impuestos distorsivos, inversión en infraestructura y menos burocracia.

Innovación: Una nueva ley de semillas, desarrollo de biocombustibles y apoyo a la sinergia público-privada en ciencia y tecnología.

Sostenibilidad: Compromiso privado en la adopción de las buenas prácticas agrícolas, cuidando el medio ambiente y produciendo alimentos de calidad y un Estado que acompañe las gestiones con otros países que quieran imponer políticas desmedidas que atenten contra nuestra producción.

«Para lograr estos objetivos, hay que aprovechar al máximo nuestras fortalezas. Contamos con una de las cuencas fotosintéticas más eficientes del mundo, productores jóvenes y capacitados, y un fuerte compromiso con la innovación».

Las cadenas consideran que para alcanzar una mayor eficiencia en el sector agroindustrial, necesitan «un Estado que actúe como un verdadero socio estratégico, comprometido con el desarrollo apoyando a la ciencia, la innovación y la apertura de nuevos mercados».

En este sentido, señalaron que «es crucial avanzar hacia una reforma impositiva integral que reduzca la carga tributaria y simplifique los procesos burocráticos, tanto a nivel nacional como provincial y municipal».

La normativa que regula las actividades productivas debe ser analizada y debatida con un enfoque regional, evitando trabas y regulaciones locales que afectan la competitividad, especialmente de las pymes.

Asimismo, es fundamental explorar nuevas formas de gestión que involucren al sector privado en cuestiones que impactan directamente en la competitividad de las cadenas agroindustriales. Un ejemplo concreto es la infraestructura vial rural, donde la participación privada en la gestión puede aportar soluciones innovadoras y eficientes.

«Destacamos el plan presentado para modernización de la Hidrovía, un proyecto clave que mejorará significativamente la logística y la eficiencia en el transporte de nuestros productos, impulsando el desarrollo económico de Argentina»

Y concluyeron: «como cadenas productivas, es esencial que identifiquemos y generemos sinergias para mejorar nuestra competitividad, acceder a nuevos mercados e innovar en producción y comercialización. No solo debemos solicitar apoyo, sino también trabajar activamente para proponer soluciones a los desafíos que enfrentamos».

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