La actividad ganadera no estuvo ajena a los enormes daños provocados por la sequía, que pegó muy fuerte e impactó los precios de toda su cadena. Sin embargo, después de un año de precios deprimidos comienzan a verse algunos signos de cambio de tendencia.
Para el economista de FADA y columnista exclusivo de Agroads News, David Miazo, ese cambio de tendencia se empieza a ver principalmente en el precio de invernada, que comienza a reaccionar a medida que se dan dos factores.
«El primero de ellos relacionado a la escasez de la oferta de terneros, que se empieza a notar y se va a seguir notando durante lo que queda de este año y el 2024. Cuando hay menos oferta. eso empuja los precios», indicó. Y agregó: «por el otro lado está la demanda de terneros, en el sentido de que empieza a generarse expectativa de mayor carga en los campos a medida que van llegando las lluvias».
Sin embargo, esta reacción no sería tan abrupta porque encuentra a productores descapitalizados, tanto en ganadería como en agricultura. Y, también, el precio de la carne y el precio de la hacienda a faena que todavía no ha reaccionado.
«El caso de la hacienda a faena esperamos que recién empiece a reaccionar durante el último trimestre del año, o acercándonos al último trimestre del año, cuando lo que comience a escasear sea, justamente, la hacienda gorda», concluyó.