Expertos del INTA Rafaela confirmaron la presencia de Dalbulus maidis en ensayos sembrados en la experimental, que se realizaron en forma escalonada. Es decir, desde el mes de septiembre a la fecha, contemplando maíces de fecha temprana y/o tardía o de segunda (arriba de los trigos).
«Hemos realizado monitoreos sistemáticos semanales de la Chicharrita, encontrando los primeros ejemplares en los maíces tardíos, en estado fenológico V4 – V5, con bajas densidades poblaciones«, aseguró el Lic. Federico Massoni. Pero también fueron observados en lotes comerciales de producción ubicados en el centro santafesino.
El hallazgo genera una seria de evaluaciones que ahora deberán tenerse en cuenta: ventanas de aplicación o comparación de productos sistémicos de síntesis química vs biológico.
A partir de esta situación, Massoni recomendó a los productores (y asesores) llevar a cabo monitoreos sistemáticos semanales, de unas 50 plantas por lote, para detectar si hay presencia de Chicharrita y tomar la decisión de hacer aplicaciones oportunas de insecticidas.