En tiempos de sequía, con daños muy marcados en la producción agropecuaria, desde el INTA Oliveros intentan llevar un mensaje al productor para el certero cuidado de las semillas de soja.
En ese sentido, la Ing. Agr. Miriam Arango aconsejó: “es fundamental tener en cuenta que este año, más que nunca, se debe hacer un análisis de semillas, en un laboratorio habilitado (por el INASE) acreditado bajo normas MERCOSUR”.
Teniendo en cuenta que en la campaña 2022/23 las condiciones climáticas fueron desfavorables y posibilitaron “una muy pobre calidad”, la experta señaló que a través del análisis se puede evaluar y decidir el destino final del lote. “Nosotros vamos a analizar qué germinación, viabilidad, nivel de daños mecánicos (chinches, ambiente) mediante las distintas herramientas”, expresó.
Desde el organismo aclararon que el análisis de calidad en un laboratorio habilitado no debe verse como un costo, sino por el contrario, “como una inversión que nos permite tomar decisiones respecto al destino del lote y evitar problemas de baja densidad de siembra o necesidad de resiembra”. Al respecto, Arango afirmó: “queremos sembrar calidad comprobada y evaluada para evitar pérdidas”.
Por otra parte, remarcó la importancia de monitorear la calidad durante el almacenamiento para conocer cómo viene el comportamiento del lote, para saber si es capaz de soportar precisamente esas condiciones de almacenamiento, y “tomar medidas oportunas y correctivas adecuadas para cada lote en particular”.