Para lograr una buena producción, tanto de carne como de leche, es necesario suministrar a los animales forrajes de calidad, en forma continuada y acorde a sus necesidades. Existen varios métodos de conservación de forrajes y uno de los más difundidos en las regiones ganaderas y lecheras es el ensilado.
Básicamente se busca generar las condiciones de fermentación que permitan bajar el PH rápidamente, disminuyendo la oxidación y la pérdida de azúcares que están contenidos en una planta de maíz por ejemplo.
Alcanzar una buena compactación es uno de los objetivos, disminuyendo el contenido de oxígeno o de aire dentro de la bolsa y eso se logra a partir de un frenado en el momento de embolsado que permita ocupar todo el volumen de la bolsa. Esto es al momento de la confección y obviamente teniendo en cuenta los parámetros tanto de humedad como del tamaño de picado y/o del grado de compactación que permita dar.
Mantenimiento
Una vez confeccionada la bolsa lo importante es mantener esa hermeticidad en el cierre y en el tiempo de conservación. Los primeros días son fundamentales en generar esas condiciones de anaerobiosis que permita generar la baja de PH y de esa manera estabilizar un silo que podrá conservarse hasta un año, sin ningún inconveniente, garantizando un buen forraje bien conservado.
No obstante, una vez confeccionada la bolsa lo único que debe garantizarse es mantener esa hermeticidad en el tiempo, lo cual de alguna manera demanda hacer un monitoreo o control periódico que permita ver si hay alguna rotura eventual por animales, roedores. También es importante tratar de mantener limpio de malezas para identificar si la rotura es por un agente externo.
Suministro
Hay que tener en cuenta que en el suministro se produce la mayor cantidad de pérdidas se debido a las fermentaciones secundarias o procesos de oxidación. Para alterar lo menos posible la masa del silo que se confeccionó se recomienda extraer del silo solamente la cantidad de material que va a ser consumido por los animales en un día. Así pueden evitarse pérdidas por fermentaciones secundarias y elegir sistemas de extracción que no alteren la superficie expuesta del silo, evitando la entrada de aire al mismo.