A pesar de los inconvenientes de conectividad que existen en las zonas rurales, siguen avanzando las condiciones de control que dispone la Administración Federal de Ingresos Públicos, en este caso para el transporte de derivados granarios.
En su sitio oficial, AFIP destaca que el uso de la carta de porte electrónica de derivados granarios es obligatorio desde el 1° de marzo para el traslado o entrega mediante transporte terrestre de girasol quebrado/partido, maíz quebrado/partido, soja desactivada, soja quebrada/partida, soja tostada, sojilla, trigo quebrado/partido; y triguillo.
Para el resto de los derivados granarios, será obligatorio en los traslados o entregas que se realicen a partir del 2 de junio de 2023.
Explica el organismo que la carta de porte electrónica de derivados granarios (CPEDG) es el nuevo documento electrónico obligatorio para amparar el transporte automotor, ferroviario u otro medio terrestre de los productos incluidos en el anexo “Tabla de derivados granarios”.
Para poder emitir y/o recibir una CPEDG se deberá estar incluido en el “Sistema de Información Simplificado Agrícola – SISA” y en el “Registro Único de Operadores de la Cadena Agroindustrial – RUCA”. El documento digital no aplica a actividades de de importación o exportación, siempre que se encuentre respaldado por la documentación aduanera; cuando el destinatario sea un consumidor final, o cuando el producto se encuentre envasado.
Para conocer de mejor manera los aspectos fundamentales a tener en cuenta por los productores para gestionar las nuevas cartas de porte electrónicas desde la Sociedad Rural de Rafaela tomaron contacto con el gerente Administrativo de la Cooperativa Guillermo Lehmann, Cristian Correnti.
“Si un productor va a comprar algún derivado granario se debe inscribir de forma obligatoria en el Registro de Operadores Granarios, en AFIP y en RUCA, en esta última donde se piden datos relacionados con el establecimiento como ubicación, capacidad de almacenaje, detalle sobre la propiedad o alquiler, cantidad de cabeza, consumo promedio”.
Esa solicitud de inscripción se eleva para luego ser incorporado como activo, con demoras de diez días promedio. Luego se procede a la inscripción en AFIP, en el Sistema de Información Simplificado Agrícola dando de alta la actividad de comprador de derivados granarios, con la asignación de un número de planta, con lo cual se completan los trámites para habilitar que una fábrica de alimentos balanceados pueda despachar mercadería.
“Empieza así una segunda etapa del proceso que es la de la operatoria. Por ejemplo, la Cooperativa Guillermo Lehmann, desde alguna de sus dos plantas de alimentos balanceados genera la carta de porte de derivados granarios como vendedora, que es algo que reemplaza al antiguo remito. Lo mismo pasa si es con traslados para consumo propio en diferentes campos”.
Correnti explica que “una vez que el envío llega a destino, el productor tiene que hacer una confirmación de arribo de la mercadería que se hace en la web de AFIP, para no bloquear las próximas cargas de ese mismo camión, ya que tiene todo nominado con los datos del transporte”.
En estas primeras semanas, no se constatan mayores problemas, más allá de la falta de inscripción de algunos productores o la corroboración de datos, que es algo en lo que se trabaja para darle un avance de consideración y así agilizar las entregas a campo.
Un servicio que presta La Lehmann es la confirmación del arribo, mediante una delegación del servicio en AFIP, así la Cooperativa mejora este trámite final y acorta el proceso administrativo.
Las instituciones no hacen todos los trámites por el productor, pero en el caso de La Lehmann asesoran a los socios y sus estudios contables para que al momento de la plena vigencia ya todos tengan dominio de esta herramienta.
Es destacable que estos trámites corresponden sólo para ventas a granel, todo lo que se vende en bolsas no necesita este tipo de inscripciones, sino que se hacen las operaciones de la manera tradicional.
“Esta modificación en la carta de porte electrónica brinda una trazabilidad en cuanto a los derivados granarios, en cuanto a quién los compra, dónde, quién los transporta, con lo que se formaliza el mercado de balanceados”, explicó el Gerente administrativo de la Cooperativa, mientras que remarcó que los balanceados se facturan, no se hacen liquidaciones como en el caso de los granos.
Se estima entonces que a futuro se genere un avance sobre la información de los stocks de los derivados granarios, por lo tanto empezar a gestionar las inscripciones y familiarizarse con los procedimientos mejorará el empleo de estas herramientas obligatorias desde el mes de junio.