Cuando parecía que todo tendía a una súper campaña de soja en la Zona Núcleo, en la primera encuesta de intención de siembra realizada por la Guía Estratégica para el Agro (GEA) hay una señal clara de que, a pesar de todo, el productor buscará repetir el mismo nivel de siembra que el año pasado. Es la primera “foto” de un cultivo que tiene que afrontar aún muchos desafíos.
Las intenciones de siembra maiceras responden a tres factores fundamentales: la proporción trigo/ maíz en el sistema productivo, la inversión inicial que requiere el cultivo y la disponibilidad de semilla en el mercado.
Los técnicos explican que la superficie aumentaría dónde no se haya hecho trigo. “La tendencia es a compensar con superficie de maíz para mantener similar proporción de gramíneas que hace un año”, explicaron. En cambio, donde habrá bajas obedecen a la alta inversión inicial que requiere el cultivo y la limitada liquidez con que cuentan muchos productores tras la sequía. “También lo justifican por el lado de las proporciones gramíneas/leguminosas (es decir, donde pudo hacerse trigo reducirán el área maicera) y otros a través de la faltante de semillas que hay en el mercado a causa de la sequía y el impacto que ha tenido ésta sobre la producción del simiente”.
Comienza la trilla del maíz tardío 22/23
En 15 días se generalizará la cosecha del cereal sembrado de manera tardía. Las últimas heladas le dieron el empujón que le faltaba al secado y solo restan un par de semanas para que se largue de lleno la recolección.
Los únicos que comenzaron son el noroeste bonaerense, y en el sudeste cordobés. En el partido de General Villegas han cosechado una primera tanda con rendimientos medianamente aceptables, pero esta semana comenzaron con una segunda tanda (que representa el grueso de la cosecha) y hay de todo: rindes de 30 qq/ha a 60 qq/ha.
En Marcos Juárez, avanzaron un 15% con rindes promedios de 45 qq/ha.
Cabe destacar que en ambos sectores coinciden que los rendimientos que están saliendo son menores a los que estimaban.