Acertijo: por qué las lluvias de Brasil pueden beneficiar al trigo argentino

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Esta semana comienza a la espera del reporte más importante del USDA, que se dará a conocer el viernes próximo y será el primer informe de oferta y demanda global para el ciclo 24/25. Y para Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, nos dará información sobre lo que espera que ocurra en el hemisferio sur.

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Pero, en lo local, es importante el foco en la cosecha de este año.

Es la segunda semana consecutiva que el trigo que se lleva las miradas por su volatilidad y las subas. El clima seco en Rusia, Ucrania y oeste de Europa genera preocupación, mientras que la zona de trigo de invierno en EEUU está seca y la calidad de los cultivos cae.

En lo regional, las lluvias excesivas en el sur de Brasil se ubican sobre la zona productora de trigo. Los daños a la infraestructura, en el momento donde se empieza a sembrar podría terminar afectando su producción y, por ende, generando mermas. “Esto generaría mayores importaciones desde Argentina”, destaca Romano.

Localmente llega la fecha de siembra, y el profesor de la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad Austral (sede Rosario) nota en el mercado de urea una demanda activa “que hace pensar en que el área terminará siendo buena, con la suba de precios y los insumos un escalón más abajo, sumado a la humedad”.

“Semana próxima en A todo trigo, se realizará el lanzamiento de la campaña fina de parte de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, pero en lo preliminar se habla de repetir la superficie del año pasado, que recordemos fue menor a lo que se esperaba por la falta de agua”, expresa.

“Los valores de trigo que han subido tan rápido, llevando a precios que generan buen margen, en un año que se anticipa complejo, exigen que se avance en ventas por lo menos para cubrir costos. De hecho, también se pueden comprar PUT para poner pisos en niveles interesantes”, sugiere Romano.

Soja

Por el lado de la soja, el envío a puerto se activó con fuerza, y el avance de trilla fue importante. “Si bien siguen las lluvias, no son tan abarcativas como en otro momento, y la capacidad de trabajo se pone sobre la oleaginosa, ya que en caso de demoras puede sufrir daños. Sin embargo, esto no se reflejó en una aceleración de ventas, a pesar de que además los precios mejoraron”, considera.

En cuanto a la comercialización, el especialista de la Universidad Austral detalla que estuvo más activa que semanas previas -llegando a niveles promedio para la época del año en la semana terminada el 24/4-, “pero dado que venimos arrastrando meses de compras por debajo de lo habitual, en el total estamos en menos del 8% de la proyección de producción contra 18% promedio histórico a esta época del año”.

“La suba de precios entre mejora en Chicago, primas locales que suben por la poca oferta de productores, y el esfuerzo de los exportadores para originar, contagió la posición de cosecha nueva. Mayo 2025 operó en el MAT por encima de los 300 USD/tt y son valores difíciles de ignorar. Sería interesante tomar algo de posición aquí”, recomienda.

Maíz

En el caso del maíz, el avance de recolección y el envío a puerto siguió bajo, y en cuanto al tema chicharrita, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires ajustó a la baja la producción de maíz. “La merma es de 10 mill.tt. vs las estimaciones iniciales, pero es lo que los privados venían manejando”, puntualiza Romano.

“Las ventas de parte de productores avanzaron algo más. La suba de precios los está tentando, pero el porcentaje de la producción a precio en casi 19% sigue atrasado frente al 30% promedio para este momento del año. Igualmente pasamos a tener un ritmo mayor al del año pasado, muy presionado por los problemas productivos”, agrega.

La cola de buques a la espera es importante, pero normal para esta época del año. Se embarcaron en abril unas 4 mill.tt., algo menos que otros años, aunque se trata de una buena performance.

La merma en maíz tiene final abierto: como los cultivos afectados por el spiroplasma sufren de un tallo debilitado, son susceptibles al volcado. “Esto podría a llevar a que se acelere la recolección y a un pico de oferta en junio/julio cuando normalmente la trilla es más repartida, extendiéndose en ocasiones hasta septiembre”, estima Romano.

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